dimarts, 24 d’agost del 2010

Terapias reflejas, creer o no creer...












Somos parte de un sistema, un equipo de células que trabajan al unísono, para lograr el funcionamiento de la mejor máquina jamás pensada, inimitable, el cuerpo humano.
Cada célula está comunicada con las demás, gracias al sistema nervioso que ordena y manda, gracias al sistema circulatorio que trae y lleva, y al tejido conjuntivo que crea carreteras para que todo circule.
Es pura ignorancia pensar que estamos formados por partes independientes, que no hay uniones entre lo de arriba y lo de abajo, la izquierda o la derecha, lo de delante y lo de detrás, incluso entre nuestra psique, nuestra materia y nuestra química... Es por esto, porque sí que existen esas uniones, que las terapias reflejas funcionan.

Qué es una terapia refleja? una terapia refleja es aquella que se utiliza para mejorar el funcionamiento del sistema, sabiendo dónde está el problema, pero no abordándolo directamente, si no desde la distancia, en un punto neurolinfático, un masaje zonal, un punto neurovascular... que se halla en otra zona del cuerpo distinta a la que está alterada y que queremos restaurar el equilibrio.

Hay personas que piensan, que como no creen no funciona, evidentemente, no hay más ciego que el que no quiere ver, pero no es un problema de escepticismo, los nexos y las uniones están ahí, y los estudios que los avalan también.
Es un problema de "no saber". A veces, alucino con la cantidad de personas que "saben", personas que opinan sobre la salud y lo que hacemos, muy convencidos, casi tanto como que se operarían ellos mismos, si no necesitaran anestesia... Y ponen en duda años y años de estudio, cuando ni si quiera saben que los hombres y las mujeres tenemos el mismo número de costillas...

Todo esto lo digo, porque el creer o no creer, hace que todo triunfe o fracase, hasta lo más básico y sencillo ...y la diferencia entre la medicina "convencional" y lo desconocido, es simplemente eso, que es desconocido y la capacidad de negación ante cualquier cosa que pueda desestructurar la rigidez mental forjada durante muchos años...

Todo aquél que se abra a la vida y a aprender de los mensajes de su cuerpo, se llevará unas gratas sorpresas, ganando en salud, y conocimiento.

Feliz final de verano!

dijous, 6 de maig del 2010

Uñas encarnadas, ampollas, rozaduras



Llega la primavera, es la época en la que volvemos a tomar nuevos hábitos, el frío se ha ido, pero no del todo, y vuelve a haber más luz.
Toca el cambio de alimentación, de ropa y de calzado.
Sobretodo cuando empezamos a notar que hay que cambiar de calzado a muchos los pies les avisan, empiezan a aparecer uñas encarnadas (uñeros), aumenta la sudoración del pie, aparecen rozaduras, ampollas...
Además de llevar un calzado apropiado, hemos de pensar que durante gran parte del año hemos llevado el mismo tipo y no han aparecido estos signos, ¿por qué ahora?.
Como he dicho más arriba con la primavera también llegan nuevos hábitos, a menudo el cuerpo lo que está pidiendo es depurarse, y aparecen estos signos en zonas donde se han ido acumulando toxinas y se hacen evidentes por el roce o la presión continua.
Es bueno aportar minerales en la dieta, reducir todo aquello rico en azúcares refinados y otro tipo de alimentos que nos ensucian por dentro. Para que así el cuerpo pueda llevar una desintoxicación propia de la primavera, después de un largo invierno.
Es bueno volver a hacer ejercicio, aprovechar las horas de luz e ir introduciendo los alimentos propios de la estación en la que estamos.
Este trabajo es un continuo, como dicen "una flor no fa estiu", así que el resultado de cuidar nuestro vehículo más preciado cada día, es una vida más saludable.
Si a pesar de todo esto la cosa se nos ha ido de las manos, es bueno consultar a un profesional, que nos aconseje apropiadamente para que el problema no vaya a más o se vuelva "crónico".

Feliz primavera

dijous, 4 de març del 2010

CIRUGIA PODOLOGICA


El uso de la cirugía a menudo se toma como "la solución".
Es difícil para mi creer que algo que se ha elaborado durante miles de millones de años de evolución, se pueda solucionar con un "cortar y pegar", como se suele hacer frecuentemente en la cirugía podológica.
El pie es un sitema mecánico muy perfeccionado, consta de un mecanismo de palancas y poleas calculado a la perfección, y controlado por un gran número de receptores que se encargan de mantener la integridad de todos los tejidos y de la biomecánica.
Por esto cuando se somete a una intervención debemos contemplar que la integridad del segmento se mantenga, y que el problema que se ve no tiene por qué ser el orígen de la "disfunción".
Sí que hay casos, en los que se requiere la cirugía,por deformidades congenitas o por ejemplo debido a que el tejido está tan maltrecho y deformado que no hay manera posible de reestablecer la homeostasis, y resulta muy doloroso en el día a día,(de la cirugía estética, no tengo nada que decir, porque no creo que el problema esté en la zona estéticamente afectada, está en otro lugar el problema, por encima de los hombros).
En estos casos, en los que podría estar indicada la cirugía, también habría que hacer un plan de prevención, porque simplemente se actúa sobre el agente "irritado" pero no sobre la causa, y puede volver a aparecer en la misma zona o en otra zona en la cual al cuerpo le sea más fácil adaptarse a su mal funcionamiento.
Los problemas que pueden aparecer en caso de realizar una cirugía mal indicada son entre otros:
- Racaída en el problema.
- Rigidificación de la zona intervenida, pérdida parcial o total de la movilidad de los segmentos intervenidos.
- Pérdida de sensibilidad, de autonomía del movimiento.
- Algodistrofia refleja de Südeck, por alteración del sistema nervioso vegetativo,
- Mala cicatrización, queloide, retracción...
- Alteración de otra zona debido a la alteración biomecánica generada en el problema original.

Todos estos problemas, por ejemplo pueden aparecer en cualquier intervención, en el caso de los pies, al intervenir un hallux valgus (el común juanete) o unos dedos en garra, influye en la marcha, porque los dedos, son el final de la palanca de propulsión del pie, son zonas acras en las cuales la circulación ya solía estar alterada por el problema original, y la mala irrigación dificulta aún más la recuperación de los tejidos.
Además de todos estos puntos comentados, debemos pensar que en los pies llegan puntos energéticos de hígado, bazo, riñón, vejiga y vesícula biliar, y por tanto la alteración sufrida puede estar influida por ellos, y de igual modo la intervención quirúrgica puede estar afectándolos.
También en el pie se encuentra una gran riqueza de tejido conjuntivo, el gran desconocido, donde se realizan muchas reacciones químicas, y además es un tejido muy potente de gran importancia biomecánica.
En la consulta he llegado a encontrar personas operadas de los dedos en garra, los cuales han perdido todo control voluntario de la movilidad, son como apéndices inútiles. También he llegado a ver un caso e el cual amputaron el segundo dedo porque estaba en garra,... la verdad es que hay muy buenos cirujanos (podólogos y médicos), pero también se realizan grandes barbaridades. Cuando hay una propuesta de tal índole, no está demás consultar algún profesional más para que nos dé su opinión.

dimarts, 16 de febrer del 2010

Plantillas en niños


Normalmente hay "una alarma social" cuando vemos que nuestros hijos no caminan como la mayoría, pués sus rodillas caen hacia dentro, el puente está ligeramente caído, tropiezan a menudo, e incluso el pediatra nos ha dicho que puede que tenga una pierna un poquito más larga que la otra...CORRIENDO AL PODÓLOGO!!!
No es fácil determinar cuando un niño debe llevar plantillas, debemos tener en cuenta que los primeros años de vida la flexibilidad es la reina en el cuerpo, todo nuestro sistema se conforma para adaptarse al medio donde pasaremos el resto de nuestra vida. Por esto las articulaciones tienden a ser más laxas y tenemos rodillas que caen hacia adentro y falsos pies planos.




Es importante que el niño desarrolle su aparato locomotor, con el juego, que corra, que nade, que baile, para que sus piernas se desarrollen con fuerza. De igual modo su alimentación hará que se desarrolle de una manera u otra, las piernas no dejan de ser el sostén del circuito que nos mantiene vivos, el tronco, y por tanto éstas se conformarán en función de lo que pase por ahí arriba.

A tal punto, podríamos determinar con seguridad entre los siete y ocho años si el niño necesitará plantillas, durante un tiempo o durante toda su vida.

La plantilla que debe utilizar, debe ser funcional, que mejore su calidad de vida. Si utilizamos un soporte corrector, podemos estar ocasionando graves problemas de postura a otros niveles, que acaben derivando en problemas fisiológicos. No debemos olvidar que si el cuerpo se ha estructurado de "x" manera, podemos estar cerrando la puerta por donde éste se adapta al medio.

Ante la duda, la mejor opción es trabajar con un osteópata, fisioterapeuta y/o podólogo, que tenga una visión del cuerpo y del desarrollo global. No está mal consultar durante los primeros años de vida para que nos aconsejen qué debemos tener en cuenta, y qué cuidados tener, así como malos y buenos hábitos que conviene eliminar, cambiar o mantener. Su cuerpo se está adaptando, está en constante cambio, la elección de plantillas vendrá más adelante.

Si el desarrollo del niño se ve afectado por una malformación ósea o una enfermedad genética, debemos tener en cuenta todo lo anterior, pero se ha de contemplar una acción inmediata y asistirlo en cuanto el niño, si es factible, comienza la deambulación.

www.goksalut.com

dilluns, 18 de gener del 2010

Micosis: infecciones fúngicas.





Las infecciones fúngicas en las uñas (onicomicosis, onico:uña - micosis: hongos), están causadas por dermatofitos o cándidas (Candida Albicans). Suelen comenzar desde la punta o el lateral de la uña hacia el nacimiento de la misma.
Se produce una infección por alteración de la flora bacteriana de la piel, la uña es una capa dura que protege al hongo, y lo ayuda a su proliferación, además a menudo suele pasar desapercibido, hasta que no ha crecido lo suficiente como para darnos cuenta o ha causado una lesión mayor unida a alguna bacteria (llagas purulentas subungueales).
Aunque aparentemente, no es nocivo, pueden causar, como ya hemos comentado llagas subungueales, e incluso la pérdida de la uña. Hemos de pensar, que la aparición de una micosis ungueal no es puramente casual, es un dato, al igual que su aparición en otras partes del cuerpo, el sistema nos está diciendo que hay algo que no funciona correctamente.
El típico pensamiento de: "lo he cogido en la piscina" o "me lo ha pegado mi marido" no es del todo cierto, eso simplemente son circunstancias que ayudan a que el problema se agrave. Una infección del tipo que sea, está indicando que el sistema inmune ha fallado, a permitido que un agresor entre y crezca, y es incapaz de eliminarlo por si solo. Para que se solvente hay que averiguar el por qué.

Hay diferentes tratamientos que podemos optar por seguir, farmacológico o natural. Particularmente, la experiencia que tengo, los tratamientos naturales, tópicos u orales suelen funcionar bien.
A nivel tópico es importante que se haga una buena limpieza del hongo en el lecho ungueal, preferentemente de manos de un profesional, y según el criterio del mismo se pueden utilizar diferentes tipos de productos como el aceite de árbol de té, o el extracto de semilla de pomelo, combinado con algunos protocolos de limpieza. Y hacer un control cada mes o mes y medio, del crecimiento de la uña, y hacer la limpieza necesaria.
A nivel oral, hay que reforzar el sistema inmunitario, con antifúngicos como el Pau d'Arco o refuerzo de la flora (pre y/o probióticos), pautados preferiblemente por un profesional.
También se puede optar por hacer cambios alimentarios, que ayuden a eliminar los hongos y a reforzar el sistema inmunitario. Idudablemente los beneficios, no sólo aparecerán en nuestros pies.


No se trata de matar el hongo, si no de reforzar el organismo para que este se encargue de eliminar al indeseable huésped.

dilluns, 11 de gener del 2010

El calzado en el niño


A pesar del gran interés porque seamos consumidores compulsivos desde que nacemos, es evidente que la "necesidad" de llevar un calzado no aparece hasta que aparece la deambulación, es decir que nos ponemos de pie para empezar andar, esto ocurre sobre los 12-18 meses. No es conveniente ponerlos de pie antes, o almenos no estimularlos a que caminen , contrariamente a lo que se puede pensar, de que sus piernas no son fuertes, no es ese el motivo, el motivo simplemente es que podemos inhibir la necesidad de la etapa del gateo, la cual sirve para mejorar la musculatura ocular, y por lo tanto el movimiento ocular, y mejorar el desarrollo del control cefálico.
Así pués, el primer año de vida el calzado sólamente ayuda a mantener la temperatura de los pies, no se necesita calzado en sí, simplemente algo que de calor y no pese.
Cuando se inicia el gateo el calzado igualmente ha de ser muy ligero y muy muy flexible, para que permita la flexión del pie cuando el bebé gatea por el suelo.
Al inicio de la marcha, se puede seguir con el mismo calzado, nuestro bebé no hará grandes caminatas, incluso es sano que camine sin calzado, por casa, para estimular los receptores de los pies.
A partir de los 18-24 meses, el calzado tiene que seguir siendo muy flexible, pero ya podemos optar una suela un poco más rígida, pero que permita el movimiento libre del pie, nada de suelas rígidas y fuertes, eso debilita la musculatura del pie.